martes, 10 de abril de 2007

Iluminaciones para los días en los que quieres mandarlo todo lejos de ti

Iré, cuando la tarde cante, azul, en verano,

herido por el trigo, a pisar la pradera;
soñador, sentiré su frescor en mis plantas
y dejaré que el viento me bañe la cabeza.

Sin hablar, sin pensar, iré por los senderos:
pero el amor sin límites me crecerá en el alma.
Me iré lejos, dichoso, como con una chica,
por los campos , tan lejos como el gitano vaga.

Marzo de 1870


Cortesía de monsieur A. Rimbaud