lunes, 1 de diciembre de 2008

Lo que viene se va... y a veces resucita




Hoy he sido capaz de volver a vibrar, a tocar el cielo con mis pies, a hundirme hasta el mismo cielo. He vuelto a creer que todo tiene una maravillosa conexión que se manifiesta, a veces, de las formas mas desconocidas y en momentos de simple y sobrecojedora lucidez.
Escribo esto, justo despúes de escuchar un portento de canción de Marianne Faithful versionando un tema de The Decemberists "The Crane Wife" increible. La voz de la Faithfull, la más salvaje hermana morphina desde los 60, anuncia un milagro profético con paso firme y heróico. Con un comienzo clavadito al de "Who's gonna ride your wild horses" de U2 (nunca he escuchado nada de Decemberists, supongo que ya va siendo hora) desconozco si por coincidencia u homenaje, comienza a surgir una especie de calbagar desnudo de una especie de santa, redimida por sus pecados en un paisaje musical al que se le van añadiendo sutiles tambores, triángulos o cuerdas que la acompañan batallando contra el absurdo de la existencia, y de repente, se cuela en el momento decisivo del tema la voz dulcemente oscurecida y luminosa de Nick Cave, que entona con ella un auténtico recital de majestría y pasión por lo que se hace y se hace creyendo devotamente en ello.
Me paro a pensar que tiene aspiraciones de intemporalidad, de cumbre postrímera de un género músical que va desapareciendo, habiéndose llevado ya a maestros como Johnny Cash al que estos dos artistas deben tanto, especialmente Nick Cave, como no, su hijo pródigo absuelto por su pasado y reencarnado en un segundo hombre de negro del rock.
La canción adquiere un climax indescriptibe, una sensación inefable para los oídos, no se si estoy yendo demasiado lejos y mis adjetivos pedantes o muy pretenciosos... pero el hecho de haberme humedecido los ojillos al escucharla, me da la razón por lo menos a mi mismo.
Creo que la reina Faithfull se ha superado a si misma en este discazo, y lo ha hecho dando un cambio fundamental en su registro y estética, cambiándo los antiguos ropajes y adquiriendo un estilo propio para cada version que hace en el disco, llendo más allá de la correctas versiones de temas de los Stones o Cohen, refeentes también fundamentales para ella en sus anteriores etapas, para adquirir los rasgos del rock de los principios del loco y genial siglo XXI, e incluso llevarlos a otra dimensión más allá, genial.

Sólo he hablado de uno de sus temas, pero me resulta agotador escribir más acerca del resto de joyitas de la corona de la sofisticada abuelita que parece no querer desvanecerse y sí resucitar de mil formas diferentes. Vale, citaré al azar otras dos piezas de este larga duración: "Ooh Baby Baby" del gran Smookey Robinson, con el incansablemente versionador genial, Anthony Hegarty, (quiero escribir algún artículo de el en el futuro) y otra sorprendente alucinación: "Salvation" de Black Rebel Motorcycle club, esta no la elegí al azar, cuestion de preferencias musicales, un maravilloso himno gospel de los de los de San Francisco.

Quiero finalizar acordándome de una crítica a los discos por completo hehco de versiones, aludiendo al que hizo mi musa eterna Patty Smith, y cada vez estoy menos de acuerdo cuanto mas y mas escucho estas dos maravillas musicales que aún después de 30 años, siguen siendo las putas jefas, y punto.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

No se si podre escribir las palabras que he lanzado al infinito

Hoy me he quedado dormido más tiempo del que dura mi siesta. Consecuencia, no he ido a clase de inglés, concatenación de comentarios ácidos y especulaciones varias de mi madre, "que si mañana harás lo mismo", "ah, pues me parece muy bien" amén de alusiones a mi estado de letargo continuo. Conclusión: una horita de retoce en mi cama, que me acaba por hacer inducir un estadio de tedio tal, que se me acaba tornando insoportable. Recuerdo que esta mañana leí algo acerca de Baudelaire y su toque "underground". Estupideces. Me levanto porque no puedo más y decido seguir escribiendo algo en el blog bajo juramento de que una existencia tan ausente de motivaciones no puede ser definida como tal, que si estoy pensando seriamente en desaparecer de algún modo que no conste como suicidio...

No se pueden agarrar y deglucir, con cierto sentido todos los hechos de una vida. Sin embargo es posible condensar algo de su esencia mediante la observación y absorción analítico-surreal-intermitente, ya sea digiriendo armonías muy concisas y explicitas o amontonamientos de palabras con algún sentido (más o menos brillante, según la ocasión) leidas o autoescritas (autorelatadas a mi mismo) Sólo entonces me encuentro alcanzando un estado que, vistas mis circunstancias de asco, se torna ideal a mi parecer, o cuanto menos, de una cierta perpetuidad ante los cíclicos días elevados en su absurdo a la enésima potencia. Las aguas, en su constante espacio-temporal, se vuelven cristalinas entonces, perdiendo su metálico "rigor gris-asco" de ondas imparablemente proyectadas en círculos concéntricos que no acabo de poder descifrar (y que tampoco quiero)

Y así me veo escribiendo, muy a mi pesar, como vomitando una prisión que me había acostumbrado a acariciar por dentro y que no me atrevía a transpasar a pesar de no tener barrotes (más que los que yo me había impuesto). Todo me parece altamente imperfecto, cuestionable, poliédrico en sus significados y consecuencias, y hasta yo mismo comienzo a perder certezas sustanciales auto-ontológicas que me definan, y me doy cuenta de que no era estatua, y de que vivir no era sino algo parecido a los espejos en que reflejan su personaje una dama de Shangai y un obstinado intelectual barrigón. ¿Que puedo hacer? ¿Que sigo haciendo? ¿Que es posible que hiciera si lo pudiera tocar con mis huesos? Y respondiendo estas y otras cuestiones tan normales, sigo dándole vueltas a la madeja que va desgranando el sentido y la diferencia entre "tu" y "yo" y otra vez yo mismo reflejado en ti, que no dejas escapar de tu interior el "yo" que has atrapado y retienes celosamente, porque hace tiempo que tengo rehenes y prisoneros de otras guerras, y estos se te parecen pero, por suerte nunca podrán llegar a ser lo que imagino, o por desgracia, lo que espero.

martes, 10 de abril de 2007

Iluminaciones para los días en los que quieres mandarlo todo lejos de ti

Iré, cuando la tarde cante, azul, en verano,

herido por el trigo, a pisar la pradera;
soñador, sentiré su frescor en mis plantas
y dejaré que el viento me bañe la cabeza.

Sin hablar, sin pensar, iré por los senderos:
pero el amor sin límites me crecerá en el alma.
Me iré lejos, dichoso, como con una chica,
por los campos , tan lejos como el gitano vaga.

Marzo de 1870


Cortesía de monsieur A. Rimbaud